lunes, 22 de diciembre de 2008

Fin de año complicado para el gobierno de Scioli

Las tensiones que complicaron la relación entre la Gobernación y el bloque oficialista de diputados bonaerenses, por un lado, y enrarecieron el clima interno de esa bancada, por otro, no sólo afectaron, como ya se había anticipado hace una semana, el trámite de debate y aprobación del Presupuesto de la Provincia para el año que viene. El que adquirió de pronto una velocidad notoria es el trámite legislativo para la creación del municipio de Lezama; una escisión que rechaza el Gobernador.

El tratamiento del cálculo de gastos y recursos con que la Administración de Daniel Scioli encarará el 2009 se demoró, en rigor, tanto en en la Cámara baja como en el Senado donde, con menos voltaje, también aparecieron señales de discordancia con el Ejecutivo. Quedó, finalmente, para ser abordado en ambos recintos entre los brindis de la Nochebuena. Y en ese tránsito lento, aparecieron objeciones al proyecto del Ejecutivo que no figuraron en los primeros análisis de los legisladores.

Pero en los últimos días aparecieron también trabas en Diputados para la aprobación de la reforma penal. El proyecto del Ejecutivo, que pasa, entre otros aspectos, por restringir la utilización de las figuras de excarcelación, generó polémica y objeciones de algunos magistrados y especialistas.

Pero -enmarcada en el auge de muertes en asaltos cometidos por delincuentes excarcelados-, la iniciativa fue aprobada en el Senado sin dificultades. Sin embargo, aunque en principio todo indicaba que tampoco había objeciones en Diputados, ahora aparecieron señales de que su tratamiento se vería postergado en ese ámbito.

Si no es sancionado en los seis días hábiles del año que quedan -en los que habrá una o dos sesiones legislativas-, ese proyecto, al que la Gobernación, con mayor o menor acierto, le adjudica particular importancia para el combate contra la inseguridad, quedará varado hasta febrero o marzo próximos.

REPENTINA VELOCIDAD

El que, por el contrario, adquirió de pronto una velocidad notoria en los últimos tiempos es el trámite legislativo del proyecto de "recreación" del municipio de Lezama, que implicaría una división del distrito de Chascomús.

Sus impulsores llevan años de gestiones y recién en 2007 consiguieron que los diputados aprobaran la iniciativa. Pero la independencia de Lezama avanzó decididamente hacia su concreción en los últimos días, cuando el Senado aprobó el proyecto con cambios que, según trascendidos, ya habrían sido acordados con la Cámara baja, de modo que ésta lo convertiría en ley esta semana.

Inevitablemente, la eventual creación del partido de Lezama sería una decisión polémica. Los 6 mil habitantes de esa localidad plantean una reivindicación histórica, ya que alguna vez, por breve tiempo, esa localidad fue una ciudad autónoma que se llamaba Biedma. Pero, a más de un siglo de su integración al partido de Chascomús, su conversión en municipio constituiría en los hechos una escisión que buena parte de la población del resto del distrito -que tiene en total unos 40 mil habitantes- viene rechazando enérgicamente.

OBLIGADO A ELEGIR

Pero además de las repercusiones que pueda alcanzar entre la gente de Chascomús y Lezama -cuyas diferencias se tradujeron, más de una vez, en cortes de la Ruta 2 en jornadas de alto tránsito turístico-, la creación del nuevo distrito avanza a paso apurado en estos días en la Legislatura a contrapelo de la declarada postura del Poder Ejecutivo.

Hace unas semanas, el propio gobernador Scioli dijo públicamente que "es tiempo de unir y no de separar" y propuso una "salida financiera y económica" para las aspiraciones de Lezama. Y de más está aclarar que es el oficialismo, que tiene mayoría en ambas Cámaras, el que ha llevado adelante esta avanzada, más allá de que el proyecto original sea de un ex legislador radical.

Así, si Diputados sanciona la ley que dispone la independencia de Lezama, la Legislatura habrá colocado a Scioli en la disyuntiva de vetar la norma o de aceptar una decisión que no comparte y que se vincula con una cuestión crucial, como lo es, indiscutiblemente, el mapa político-institucional de la Provincia.

COINCIDENCIA PERO NO TANTA

La posibilidad de que se defina una ley sobre el negocio del juego en la Provincia sobrevuela mientras tanto la relación entre el Ejecutivo y la Legislatura.

La intención de la Gobernación es autorizar la instalación de una decena de nuevos bingos, ampliar la cantidad de tragamonedas en los que ya existen y crear un sistema de apuestas on line. Está plasmada en un borrador que fue girado hace algunas semanas a la Legislatura para su análisis.

Una intención sobre la que llovieron en los últimos días rumores y reclamos. Las versiones hablan de la presunta concesión de los eventuales nuevos bingos a Cristóbal López, un empresario a quien Elisa Carrió acusa de estar vinculado, negocios mediante, con Néstor Kirchner, y a Alejandro Gravier, el esposo de la modelo Valeria Mazza. Y el planteo más firme lo lanzaron los obispos bonaerenses, pidiendo a los legisladores que "no avancen" con una extensión del juego en la Provincia.

La conducción del oficialismo en la Legislatura, empero, coincide con el objetivo del Ejecutivo. Se sabe que en Diputados se trabaja sobre el borrador que giró la Gobernación y que ya se produjo una segunda versión del proyecto que plasmaría la ampliación del juego.

Sin embargo, en el clima enrarecido por los rumores, persisten diferencias entre la Gobernación -que en las últimas horas ratificó su postura en esta materia- y los jefes legislativos del oficialismo. Sin que haya trascendido por dónde pasan, serían esas diferencias -y no las críticas que está recibiendo la iniciativa- la razón por la que, al final, una nueva ley provincial sobre el negocio del juego no verá la luz en lo poco que queda de este año. Pero tampoco fue desechada; sólo postergada.

Marisa Álvarez

Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20081221/septimodia6.htm

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