jueves, 29 de enero de 2009

La política, más allá de la caja "boba"

Los Scioli, Macri, Reuteman, De Narváez y tantos otros que saturan la vidriera política han llegado a ella por caminos más cercanos a la farándula, a la revista CARAS, al éxito empresario o deportivo, que al de la militancia, el compromiso o el debate de la ideas.

Si las encuestas le dicen que matar niños mide bien, se abrazan con Herodes y lo designan Ministro. Si hasta la titular de la INADI compitió en un programa televisivo conducido por Jorge Rial, llamado El Candidato donde los televidentes tuvieron, parece ser, más criterio que la actual gestión.

Todo es gestual, artificial como las recorridas de De Narváez por playas que jamás hubiera pisado, ni volverá a pisar a no ser que sea un año electoral.

La nueva política no sabe de pertenencias, sabe de saltimbasquimos, borocotizacion, no hay fidelidades permanentes, y más aún, lo que antes se debatía en una interna, hoy se arregla en una foto en un living, en el comedor de la Chiqui Legrand, o en el programa de CHICHE.

El marketing política es una realidad, no es un elemento a despreciar, pero no debe como instrumento llevar a la política a algo meramente gestual, trivial, vacío o superficial.

No son sólo fotos, raid por tórridas playas, horas y horas de televisión, o mediciones permanentes.

Sin perjuicio de un reconocimiento a su tarea a favor de los derechos humanos, cuando Fernández Meijide le ganó las elecciones en 1997 a Chiche Duhalde, era para todos los medios una presidenciable indiscutible. Meses después se advirtió que su fama era efímera, un partido organizado a lo largo del país le demostró en un interna, que más allá de la televisión, el tener unos amigos en cada pueblo ayuda.

Ese conjunto de amigos en todo un país, constituye un partido de alcance nacional, es una suma de militantes de Chajari, Barranqueras, Púan o Villa Dolores que deben ser escuchados y valorados, no son un ejercito de fiscales, para no tener que reclamarlos vía Internet.

Los amigos, como le gustaba decir a Balbín, los de toda la geografía nacional, los que disfrutaron el 83, pero conocieron y no claudicaron en el 2 %, no son una masa acrítica sometida a decisiones que algunos dirigentes toman en forma individual en un living y que conllevan la suerte de un proyecto colectivo.

Gustavo Aramburu
gleonar63@hotmail.com

   POLÍTICA & OPINIÓN © 2008 | Edición al cuidado de Guillermo Santa Eugenia