sábado, 14 de febrero de 2009

Con los pies en el lodo

Las aproximaciones entre Macri, Solá y de Narváez fueron bautizadas por el Ultra Kirchnerista Kunkel como "una alianza del neomenemismo apadrinada por el ex Presidente Eduardo Duhalde".

En principio, parece que el Hombre de Lomas vuelve a ser padrino. Ya lo fue en el 2003 de Nestor, pero bueno esto parece haber caído en el olvido.

Unos y otros tiene la pasión de los conversos, Díaz Bancalari o Pampurro que eran poco menos que cebadores de mate de los Duhalde, hoy son espadas K a ultranza, y Solá que fue la espada K en la provincia contra Duhalde hace 2 años, hoy es el apadrinado por este.

Es que cualquier dirigente peronista, digamos mayor de 30 años, tiene en su guantera, un menemtrucho de Gostanian, una estrella federal de Duhalde, un pingüino embalsamado y una Luis Vuitton imitacion.

El peronismo, en sus más variadas versiones de liderazgo, no de integrantes, ya que estos, por lo general, se han repetido y aggiornado, gobierna nuestro país, en el caso de Salta desde hace 25 años, allí donde la Presidente con sus propios pies en el lodo descubrió la pobreza.

Es valorable que a la Presidente le hierva la sangre cuando ve tanto egoísmo, tanta avaricia y tanta pobreza al mismo tiempo, sobre todo, cuando ella y su esposo gobiernan con un hiper-publicitado superávit fiscal y un crecimiento económico sostenidos desde el 2003.

Cuanto tiene que ver con el drama de Tartagal y su pobreza, el justicialismo en todas sus facetas desde hace casi dos décadas.

Ahora resulta ser que la culpa de la pobreza en la Argentina la tiene la Federación Agraria, una cooperativa agrícola de sur santafecino, o un tipo que arrienda 150 hectareas en Larroque.

Seguramente de acá a Octubre, la imagen de la Presidenta en combate y verba crispada contra la marginalidad sea repetitiva. Eso sí, lo pobres pedirán que octubre no llegue nunca, al día siguiente, cuando su voto ya no sea necesario, nadie volverá a pisar sus calles de barro ni repartirá besos y promesas.

Gustavo Aramburu

   POLÍTICA & OPINIÓN © 2008 | Edición al cuidado de Guillermo Santa Eugenia