lunes, 23 de febrero de 2009

La causa del pobrerío

Un día como hoy, hace 47 años, nos dejaba Crisologo Larralde. La muerte lo alcanzó en ocasión de un acto de campaña, hablando en Berisso, un barrio de trabajadores.

Larralde conocía los sufrimientos de los más humildes. Él con sus 5 hermanos conoció la pobreza, el hacinamiento, los inquilinatos, la carencia de medios. Cuando tenía sólo 14 años, se afilió a la Unión Cívica Radical, a la que le dedicó su vida.

Durante la llamada "Década Infame" fue elegido como concejal en Avellaneda, y ese fue el único cargo público que ostentó.

Enfrentó al peronismo, con suerte siempre esquiva, como candidato a vice-gobernador, a gobernador y a vicepresidente de la nación.

Fue convencional constituyente, y autor del célebre art. 14 bis, que incorporó a nuestra Carta Magna los derechos del trabajador y de la seguridad social.

Murió ocupando una tribuna, rodeado por aquellos por los que siempre había luchado.

El hacinamiento, la pobreza, la deserción escolar, el trabajo infantil, persiste en su amada barriada y sus localidades vecinas, miseria que crece de la mano de los que la manipulan en su beneficio político.

Larralde no descubrió la pobreza en Tartagal; nunca cambió votos por bolsones de comida. Conocía la pobreza porque había nacido en ella.

Crisólogo nos dejó un legado:

“Creer, creer, creer siempre
obstinadamente
en el sueño increíble
en el canto no escuchado
en la acción irrealizable
en la meta inalcanzable
en el goce no sentido
de un triunfo no alcanzado”


El desafío es ser fiel a nuestra identidad e historia radical. Quizás el radicalismo no baste para derrotar al peronismo, pero sin él (ocupando un rol protagónico) dicha tarea es lisa y llanamente imposible.

Gustavo Aramburu
gleonar63@hotmail.com

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