viernes, 27 de febrero de 2009

Se le hierve la sangre

Los problemas de la educación pública en la Ciudad de Buenos Aires no se agotan en los magros salarios docentes. La administración de Mauricio Macri, afectó el sistema de becas, de kits de útiles escolares, provocó el deterioro de la cantidad y calidad de las viandas y raciones de los comedores escolares al mismo tiempo que demostró su incapacidad para resolver los problemas de infraestructura de las escuelas sub-ejecutando el presupuesto.

Scioli no apuesta mucho más al funcionamiento de los comedores escolares, ya que se da un deficiente servicio alimentario en los mismos. Cosa lógica si tomanos como base un dato: el Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires adjudica una suma de $1,70 por almuerzo y $0,70 por merienda reforzada.

Ante el constante aumento de los productos alimenticios debido a la inflación, es imposible que dicho monto sea suficiente para cubrir las necesidades nutricionales de los niños y jóvenes que concurren a los comedores, los cuales pertenecen a familias castigadas por la desocupación, la subocupación o el trabajo en negro, siendo el alimento que consumen en la escuela, en muchos casos, la única o la principal ingesta del día.

Un 27 de febrero a orillas del Paraná Manuel Belgrano enarbolaba la enseña patria.

Cuando el prócer recibió un premio económico por los triunfos de Tucumán y Salta, donó esos fondos a la construcción de escuelas, que a los ponchazos y con múltiples falencias, fueron terminadas en estos años.

Belgrano dijo: Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria.

Tenemos a una Presidenta que también dice que se le hierve la sangre: ¿serán los obstáculos, el tener que ver a Cobos o las banderas negras que el pueblo de Tres Arroyos le exhibió en su visita?

Gustavo Aramburu
gleonar63@hotmail.com

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