martes, 17 de marzo de 2009

Duhalde se prepara para tejer un fuerte polo opositor

Desde el viernes, cuando se conoció la decisión del oficialismo de adelantar las elecciones para el 28 de junio, Eduardo Duhalde repite a todos sus amigos: "Hay que hacer un esfuerzo para conseguir una sola lista que enfrente al Gobierno en la provincia de Buenos Aires. Díganme qué quieren que haga. Si hay que hablar con Alfonsín, lo hago".

Hasta anoche, según informaban allegados de Raúl Alfonsín, Duhalde no había intentado esa comunicación. En la casa del presidente de la democracia desvinculaban su pronunciamiento en contra de la modificación del Código Electoral de cualquier negociación con el peronismo.

Pero Duhalde sí se puso en comunicación con su hijo, Ricardo Alfonsín, quien se prepara para competir como candidato a diputado nacional por el radicalismo para la Provincia de Buenos Aires. Duhalde le sugirió a Alfonsín (h), en principio, pactar un programa legislativo común en relación con las elecciones.

Stolbizer, principal figura de la Coalición Cívica bonaerense, también se muestra ecuménica. Mantiene un canal abierto con Felipe Solá. Del mismo modo que Francisco de Narváez dialogó con ella un largo rato en Córdoba, cuando ambos asistieron a un acto convocado por la dirigencia agropecuaria. Solá, por su lado, reactivó su excelente relación con Julio Cobos y con su representante en la Cámara de Diputados, la mendocina Laura Montero.

Con su decisión de anticipar las elecciones, Kirchner habilitó estos circuitos a través de los cuales se explora una posibilidad todavía remota: la formación de una lista común que enfrente al jefe político del Gobierno, que sueña con una especie de plebiscito en el distrito más importante del país.

Duhalde entiende esta dinámica. En 1997, cuando postuló a su esposa "Chiche" como primera candidata a diputada en la provincia, consiguió lo que no se había propuesto: Alfonsín retiró la lista que presidía y asoció a la UCR con el Frepaso, encabezado en aquella oportunidad por Graciela Fernández Meijide. La conducta de Duhalde tuvo dos resultados imprevistos. Su esposa perdió y nació la Alianza.

La historia no se repite. Si bien hoy las relaciones entre De Narváez y Solá con Stolbizer son mucho mejores que las que ellos mantienen entre sí, hay algunos factores de discordia que, al menos por ahora, bloquean estos movimientos de síntesis. El principal se llama Elisa Carrió.

La líder de la Coalición Cívica manifiesta reparos muy severos hacia Duhalde. Pero en menor medida, tampoco la seduce una asociación con Mauricio Macri, accionista mayor de la accidentada sociedad con De Narváez y Solá. Más allá de atracciones y rechazos personales, la contienda porteña condiciona el armado bonaerense. "¿Cómo haría para ir asociado a Stolbizer en la provincia y enemistado con Carrió en la Capital?", les pregunta Macri a los que le proponen sumarse a un acuerdo contra la candidatura de Kirchner. La respuesta tal vez la tenga Gabriela Michetti, quien, antes de que el jefe de gobierno porteño apareciera junto a Solá y De Narváez, negociaba con la Coalición Cívica de Carrió para ofrecer una lista común a los porteños.

Fuente: Por Carlos Pagni para La Nación en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1109391

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