martes, 2 de diciembre de 2008

Los K no logran arrancar su auto "nacional y popular"

Moreno pide un coche barato sin detalles de lujo, Giorgi y las automotrices que no quieren bajar el estándar de calidad. Así, el auto "nacional y popular" planificado por los Kirchner no logra ser puesto en marcha.

Las diferencias entre el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y la flamante ministra de Producción, Débora Giorgi, sobre el plan de fabricación y financiamiento de 100 mil autos compactos y económicos obligó al Gobierno a demorar su anuncio, previsto para hoy. Altas fuentes oficiales confirmaron que ese segundo paquete de medidas anticrisis no será oficial antes del jueves, día en que las automotrices y el gremio SMATA se reunirán con funcionarios de Industria y Producción en Olivos. Al parecer, los fabricantes no están conformes con los modelos de auto sugeridos por Moreno porque “no cumplen con estándares de calidad” y por eso trabajan contrarreloj para presentarle a Giorgi bocetos de vehículos mejorados que no superen los 40 mil pesos.

“Se convocó a la industria automotriz a una nueva reunión el jueves al mediodía. La de hoy se canceló porque todavía falta decidir muchas cosas. No hay un acuerdo final entre automotrices, concesionarias y Gobierno. No hay nada definido”, comentaba una fuente cercana a esas negociaciones.

Además de promover la producción de autos económicos, que en teoría deberán ensamblarse con un porcentaje importante de componentes nacionales, este paquete integral de medidas dirigidas a estimular el consumo de la clase media busca que las concesionarias vendan unidades con la ayuda de financiamiento apalancado por fideicomisos del Estado. “La idea es apoyar al mercado con créditos blandos”, indicaron fuentes de dos automotrices que esperan que termine la pulseada entre Giorgi y Moreno.

Lo cierto es que este gobierno está muy lejos de comprender las verdaderas necesidades de la gente. El matrimonio tiende a responder con alternativas populistas demagógicas o, en el peor de los casos, con meras promesas incumplidas como la supuesta construcción de un "Tren Bala".

El delirio de los funcionarios nacionales es cada vez más equiparable a la fiebre de poder que llevara a Carlos Menem a pronosticar viajes a través de la estratósfera, simulacros que aún hoy continúan pareciéndonos de ciencia ficción.

Fuente: http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=14975

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