martes, 3 de febrero de 2009

Para compartir (correo de lectores)

Soy una ciudadana que lo único que sabe y puede hacer es escribir cuando algún conflicto del país la pone con los tapones de punta.

Lo hago sin ser experta en política, pero si informada, ahora en cuanto economía eso sí, sin haber hecho ningún master, soy el Nóbel de la misma en mi hogar. Como lo son las santísimas mujeres con las que me cruzo a diario.

Voy a hacer una introducción para luego hablar del porqué de esta nota.

En marzo de 1989 un carismático (sólo para algunos), de nombre Carlos Menem, triunfaba en elecciones y asumía la presidencia en julio de ese mismo año, luego de la renuncia del Dr. Raúl Alfonsín.

A más de diez días de gobierno el poder ejecutivo envía al congreso los proyectos de ley de la reforma del estado y emergencia económica. La primera medida fue que las empresas públicas podían ser privatizadas, total o parcialmente.

En los anales de la degradación el Congreso Nacional, siguiendo las leyes como la de obediencia debida, el punto final, los superpoderes de Cavallo, la flexibilidad laboral, la intrangibilidad de los depósitos, el déficit cero, debería también figurar la ley de las AFJP 21.241 (o régimen de capitalización).

En esa ley se ha establecido un amplio marco legal para que a lo largo y a lo ancho de ellas, las AFJP, depredaran a los aspirantes a futuros jubilados, o a los que quedaron atrapados en él.

La ley es la de la jungla, el más puro darwismo social o capitalismo salvaje, y hoy los resultados están a la vista. Ud. y yo estamos inmersos en este país que ayer era estatizado, que luego fue privado, y que hoy el gobierno de turno vuelve a estatizar algunas empresas, por ejemplo las AFJP.

Pero el gobierno no previó que el sistema está obsoleto, más allá de la gran ayuda de la informática, en todos los lugares por donde se tenga que tramitar el volver al sistema de reparto.

No! La Sra. Presidenta estaba tan ocupada que no sabía que en los bancos se generan largas colas, con personas mayores (como dicen ahora, adultos mayores). Muchos no entienden, otros no oyen, algunos van solos y se descompensan. Todo esto porque un día la Sra. se levantó con ganas de hacer algo y dijo voy a estatizar las AFJP y está bien al pueblo lo que es del pueblo pero no así.

Trámite y más trámite para luego cobrar lo que todos sabemos no alcanza ni para la farmacia.

Espero este problema como otros tantos tienen en terapia al país, se resuelva lo mejor y antes posible.

Esta nota también me sirve para rescatar la excelente disponibilidad de la gente de ANSES y por que lo veo a diario las personas del Banco Nación, de excelente el trato. Sé que en otros bancos pasa lo mismo y que la atención es óptima, sólo digo que ellos hacen a conciencia y de buen modo lo que les corresponde como empleados.

Pregunto. ¿Al gobierno qué le corresponde? Ya sé, no me lo diga. Ud. está pensando lo mismo. ¿O no? Somos ciudadanos libres, pero que no se pierda ese derecho hablando de estos temas en la cocina de casa. Luchemos por nuestros valores, revindiquémonos con la dignidad de un pueblo adulto y cansado de tanta mentira y tanta mano inescrupulosa en nuestros bolsillos de trabajadores. ¿O no hay una Constitución que nos respalda?

Marta B. Macchi
DNI 4.730.564

Fuente: http://www.cnsaladillo.com.ar/nota.php?noticia=29914

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