Derechos Humanos (1° año de Kristina)
En la Argentina se dan por año 600 mil embarazos que corresponden a mujeres de 15 a 19 años, lo que constituye una cifra alarmante de embarazo adolescente con sus consecuencias. Una de ellas, quizás la mas grave, es que el riesgo de muerte entre 2 y 5 veces mayor que en los embarazos de mujeres adultas.
Si de mortalidad materna hablamos es de 4 decesos cada 10.000 nacidos vivos, es un promedio diez veces superiores a Francia.
Según datos oficiales, los embarazos adolescentes en jóvenes de bajos recursos se dan en una proporción de 17 a 1 respecto a los de más altos ingresos.
El embarazo adolescente tiene un correlato en la deserción escolar, en la absoluta perdida de la posibilidad de un mejoramiento social en base a una herramienta fundamental y única como es la educación.
La Cuenca Matanza-Riachuelo en la Provincia de Buenos Aires con sus cinco millones de habitantes, de los cuáles sólo el 45 por ciento posee cloacas y el 65 por ciento tiene agua potable, es otra muestra más del estado abandónico, en este aspecto Picolotti no resultó muy diferente de María Julia.
Miles y miles de argentinos padecen diarreas, parasitosis, hepatitis que son algunas de las enfermedades que se adquieren por vía digestiva, consumiendo agua no potable o alimentos contaminados; por vía respiratoria o por vía cutánea el mercurio, el cadmio, el plomo o el arsénico son responsables de graves enfermedades.
Quizás debería añadir el paco, la prostitucion infantil, la explotación laboral de menores, la violencia domestica, la inseguridad. Todo ello convive con un gobierno que cree que los derechos humanos sólo se reduce a bajar cuadritos, mientras descaradamente se exhiben sin pudor sus emprendimientos empresariales y hoteleros en El Calafate.
Hace 25 años, en un día como hoy, soñábamos otra cosa. Ésta seguramente no vendrá de la mano de quienes se aprovechan políticamente de los dolores y flagelos sociales que nos aquejan, mientras utilizan un discurso falaz, tan falaz con su supuesta militancia o conciencia progresista.
Ayer fue Anillaco, hoy El Calafate.
Gustavo Aramburu
gleonar63@hotmail.com